Retrato de Aristóteles. Seguro que era un cachondo
El humor y la comedia son tan antiguos como el ser humano. A veces me da por pensar en qué les haría gracia a las personas que pululaban por este planeta allá por la edad de piedra. ¿Se harían imitaciones de ellos mismos para burlarse de otros congéneres? ¿Se partirían la caja si alguien se comía las ramas bajas de un árbol por ir mirando para otro lado? La verdad es que probablemente nunca tengamos la más mínima idea de ello, pero la imaginación está ahí y no puedo evitar pensar en nuestros antepasados haciendo una competición de pedos al calorcito del fuego y divirtiéndose como enanos mientras descubrían la combustión espontánea.
Pajas mentales aparte, el humor ha existido siempre y si saltamos desde el neolítico hasta la Grecia clásica en el siglo V antes de cristo (casi nada) nos encontramos con unas personas que se dedicaban ya a hacer teatro. En el, encontramos las tragedias más dramáticas y las comedias más jocosas (para la época). Sin embargo, al margen de las comedias clásicas griegas, existía toda una trouppe de individuos que en los descansos de las grandes obras trágicas hacían pequeños gags humorísticos para dar un respiro al público.
¿Pero qué les hacía gracia a los griegos de hace 2300 años? Los estudiosos piensan que aparte de las comedias con argumentos más refinados, los temas más divertidos para los griegos estaban relacionados con el sexo, lo obsceno y todo lo relacionado con la ecuación caca-culo-pedo-pis. Temas que, le pese a quien le pese y a pesar de estar más vistos que el tebeo, siguen haciendo gracia (Ahí va Torrente 4) no somos tan diferentes.
El bueno de Aristóteles escribió una obra titulada Poética en la que analiza y reflexiona sobre la tragedia y la comedia. Desgraciadamente la parte en la que el genio habla sobre la comedia se perdió durante la edad media (probablemente por culpa de un fraile ciego y mamoncete, pero eso es otra historia) Así que ¿estamos condenados a hacernos suposiciones y conjeturas sobre lo que le hacía gracia a los griegos?
Pues casi, pero no. Gracias a la existencia del Tractatus coislinianus, un manuscrito anónimo del siglo X. Sea quien sea el que lo escribió, tuvo que tener por delante esa parte perdida sobre la comedia. El caso es que el autor misterioso condensó lo que había leído a modo de resumen, de manera que es el único documento que tenemos para hacernos una idea de que cosas le resultaban graciosas a Aristóteles, y al resto de los griegos en las comedias (o al menos a los atenienses). Y aquí empieza lo curioso, cuando leemos el Tractatus y nos dice que: […] “La comedia es una imitación de una acción que es absurda e imperfecta” […] “La risa surge de la dicción (o expresión) y de las cosas (o contenido).
Cuando surge de la dicción es por el uso de:
- Homónimos,
- Sinónimos,
- Charlatanería,
- Parónimos,
- Inversiones del sentido
- Gramática y sintaxis.
Por el contrario, cuando la risa surge por el contenido es debido a:
- Asimilación, (De lo peor a lo mejor y de lo mejor a lo peor),
- Por engaño,
- Por lo imposible,
- Por lo posible e inconsecuente,
- Por lo inesperado,
- Por la degradación de los personajes,
- Por el uso de danza pantomímica,
- Cuando uno que tiene poder, descuida las cosas más grandes para ocuparse de las pequeñas y
- Cuando la historia no tiene concordancia.
Después de echarle un vistazo al Tractatus y pensar en las últimas cosas que has visto y has encontrado divertidas, te das cuenta que aunque han pasado más de 2000 años desde que Aristóteles puso por escrito las normas de la comedia, las cosas que han hecho reír a la humanidad desde aquel entonces no han cambiado mucho. Cambian las formas de expresión, cambian las alusiones a nuestro entorno socio-cultural más inmediato, pero en esencia una caída estúpida sigue teniendo su efecto. Supongo que influirá bastante que a pesar de vivir realidades y culturas diferentes a la nuestra, los griegos clásicos tenían un cerebro igualito al que tenemos nosotros, con sus mismos procesos lógicos y la misma manera de romperlos y causar una carcajada. Los clásicos nunca mueren.
¿De qué se reía Aristóteles? http://m.menea.me/pmlr
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